El Pirineo Aragonés, 6 de marzo de 2009
Va a pasar el último tren
Seguro que muchos recordamos como hace unos cuantos años se intentó realizar la conexión del gasoducto europeo con España a través de nuestros valles. Fueron varios los grupos minoritarios de ecologistas que se opusieron a su paso por el Valle del Aragón o por el Valle de Tena. Entre tanta discusión en nuestra zona y el hermetismo navarro se publicó la noticia: el gasoducto que enlazaría España con Europa se construiría a través del Pirineo navarro, con todos los beneficios que la obra ha supuesto y sin prácticamente ninguna repercusión medioambiental.
Más recientemente se habló de la unión de Astún y Formigal a través de Izas. Un proyecto en el que Canfranc se situaría como centro de las dos estaciones invernales, un gran proyecto que no contemplaría ningún tipo de edificación en la montaña y que supondría dar al tren una gran notoriedad, incluso convertirlo en el medio de transporte preferido por los esquiadores. Varios fueron los grupos que se opusieron y, a partir de aquí, el Gobierno de Aragón a través de Aramón, decidió invertir en el Valle de Tena y Cerler. Nos volvimos a quedar en este valle sin ningún tipo de inversión autonómica en el turismo de la nieve. Es más, con los impuestos que se recaudan en este Valle se financian las obras de nuestro valle hermano y aquí las infraestructuras se nos quedan obsoletas.
Las personas que integran estos grupos de oposición en muchos casos ni siquiera residen aquí. Su idea es que nuestros ingresos procedan de la ganadería y de la agricultura y que nuestra economía se sustente en la fabricación de mermeladas, mantequillas, quesos... Les encanta venir el fin de semana a disfrutar de unos paisajes sorprendentes, de una estupenda gastronomía donde se pueda comer en tal o cual borda, perdida en el monte, unos huevos recién puestos, y hacerse una foto con la que el lunes presumirán ante sus compañeros de trabajo del paraje casi inexplorado que han encontrado. Señores, nosotros preferimos tener pueblos y ciudades con actividad social, económica y cultural, donde se viva con comodidades, haya buena atención médica, donde existan escuelas y los niños corran por las calles. Preferimos pueblos vivos y enclavados en paisajes con el mínimo impacto medioambiental posible.
El Pirineo no tiene otro modelo de desarrollo que el turismo. Nuestra industria está en las montañas. Montañas que queremos conservar porque aquí han vivido nuestros padres y aquí queremos que vivan también nuestros hijos. De ellas depende nuestro desarrollo económico, que pasa por la modernización de las estaciones de Candanchú y Astún, ésta última con un nuevo proyecto de desarrollo que, según se nos informa desde el Ayuntamiento, deja en la mitad el terreno edificable y consta de zonas verdes, y por la unión de éstas con Formigal a través de una estructura blanda por Canal Roya. Sin ningún tipo de construcción. Siempre sobre la base de un desarrollo equilibrado del Pirineo y de nuestro valle, donde nuestro territorio pueda competir con estaciones europeas, se generen puestos de trabajo y una siempre deseada calidad de vida.
Las próximas financiaciones que pretende hacer el Gobierno de Aragón en Cerler van a ser de 400 millones de euros. Los pagamos todos los aragoneses. El Valle del Aragón debe recibir lo mismo. No hay otra alternativa que la nieve y el turismo para nuestro Pirineo y además se puede compaginar con pastos y ganadería. Es necesaria la renovación de Candanchú, Astún y su unión por Izas con Formigal y si desde aquí no hacemos fuerza, nos volverá a pasar como en las ocasiones anteriores y perderemos el último tren. Nos volveremos a quedar otros cuantos años fuera del juego y quizá Aramon decida empezar a trabajar con el sur de Francia: unir el Sobrarbe con Piau-Engaly a través de dos remontes y un teleférico es su nueva idea.
VÍCTOR BARRIO. Presidente de la Asociación de Empresarios de Comercio y Servicios de la Jacetania (ACOMSEJA).
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